'Brexit' rico, 'Brexit' pobre

Cara y cruz del Brexit. Para unos ha sido un boom, para otros un apretón. Los mil más ricos del Reino Unido han visto crecer un 14% sus fortunas en el último año, hasta llegar a los 98.000 millones de euros. Mientras, millones de británicos se ajustan el cinturón ante la congelación de los salarios y la inflación, con una pérdida estimada de 600 euros por familia en 2017.Es la doble realidad a la que se enfrentan los británicos, acuciada por la ruptura con la Unión Europea, que amenaza con acercar su economía a los parámetros de Singapur y con acentuar cada vez más la desigualdad económica.



Paradójicamente, el triunfo del Brexit -interpretado como un voto de protesta contra las élites- ha servido de momento para enriquecer a los millonarios como Arron Banks (promotor de la campaña Leave.eu) o Sir James Dyson, el inventor/inversor que ha trepado hasta el número 14 en lista de los más ricos de The Sunday Times.Al menos, 28 de los 100 más ricos del Reino Unido son generosos donantes del Partido Conservador de Theresa May. Entre las 20 mayores fortunas británicas amasan el equivalente a 227.000 millones de euros, más que los presupuestos combinados de Educación y Salud. La sanidad pública hace, entre tanto, aguas: las escuelas se enfrentan a recortes y los precios de los alimentos y de las necesidades básicas se disparan.

«Mientras la mayoría de nosotros nos preocupábamos por el resultado del referéndum, los más ricos del Reino Unido mantuvieron la calma y siguieron haciendo miles de millones», asegura Rober Watts, editor de la celebérrima Rich List de The Sunday Times. La bonanza de los mercados ha beneficiado a los más privilegiados, que han visto revalorizadas sus acciones, mientras que otros han sacado partido a la caída de la libra.La cara oculta de la moneda ha sido, sin embargo, la inflación, que ha saltado al 2,3% y podría llegar al 2,7% a fin de año, según un estudio del Center for Economics and Business Research (CEBR). La subida de los salarios se estima en el 2,2%, de modo que el pistoletazo de salida del Brexit se traducirá en una disminución del poder adquisitivo de las familias (de 35.300 a 34.800 libras como promedio).

El pistoletazo de salida del 'Brexit' se traducirá en un menor poder adquisitivo de las familiar
«Este año va suponer un severo ajuste para los británicos», advierte Nina Skero, analista del CEBR. «La inflación seguirá aumentando, y se va a notar, sobre todo, en el precio de los alimentos, del transporte y de la vivienda. A pesar del bajo nivel de desempleo (4,7%), el aumento de los salarios va a ser débil. El índice de confianza de los consumidores está ya por debajo de los niveles anteriores al Brexit: la gente está notando que los precios suben y son más cautos a la hora de gastar. Esto es un gran reto para nuestra economía, cuyo crecimiento depende del gasto de los consumidores».Las alertas han saltado en el Banco de Inglaterra, que esta misma semana ha revisado a la baja la perspectiva del crecimiento de la economía británica, del 2% al 1,9%. «Se avecinan tiempos duros para los hogares», ha advertido el gobernador Mark Carney. «Los salarios no podrán crecer en la misma medida que los precios».

La economía británica amenaza con adquirir definitivamente una doble velocidad. Londres sigue siendo la capital mundial de las grandes fortunas, con 86 ilustres habitantes por encima del listón de los mil millones de libras. Los hoteles de cinco estrellas están llenos (y más desde la caída de la libra) y Oxford Street es una pasarela diaria de millonarios árabes y chinos. Pero, la caída del poder adquisitivo de la clase media está ya haciendo mella en el mercado inmobiliario.«Los ricos siguen despegándose del resto de nosotros, mientras los más pobres ven como sus bolsillos encogen», recalca por su parte Wanda Wyporska, directora ejecutiva de la fundación The Equality Trust. «Esta es una economía que sigue funcionando para muy pocos y no para la mayoría... Con las elecciones a la vista, los políticos deberían decidir qué tipo de país quieren construir: uno en el que la prosperidad funcione para todos o uno en el que todos acabemos recogiendo las migajas de los ricos».Con los 98.000 millones de euros de ganancias de los mil multimillonarios se podrían haber pagado las facturas de la luz de todo el país durante dos años y medio, según sus estimaciones. El mismo dinero habría servido para dar de comer durante 56 años al millón de británicos que dependen de los bancos de alimentos. También habría servido para erradicar, a corto plazo, la pobreza que afecta al 30% de la población infantil (cuatro millones de niños).

La creciente desigualdad económica se está convirtiendo en la patata caliente de la campaña electoral. Para la mayoría, no para unos pocos, es el lema con el que el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, se ha lanzado a la campaña, anunciando la mayor intervención estatal del último medio siglo, para dar el volantazo a la economía «y transformar las vidas de millones de británicos».Nick Clegg, portavoz del Partido Liberal Demócrata para asuntos europeos, se ha lanzado al ruedo con el apretón del Brexit como bandera. «La salida de la UE está costando 500 libras por familia y haciendo daño a la gente más vulnerable», declaró Clegg. «La gran pregunta es: '¿Le haremos pagar a Theresa May por el daño que va a causar al Reino Unido?'».«La devaluación significa más inflación», recalcó el ex viceprimer ministro. «La mitad de los alimentos en nuestros supermercados son importados, y se estima que el aumento será del 3% por la caída de la libra. Los precios han subido ya en la factura de la luz, ropa, vino, y en los aparatos electrónicos. Incluso en el té. Irse de vacaciones a España es un 17% más caro».Clegg destacó cómo el apretón, que están notando ya las empresas, está poniendo también en una situación crítica a las arcas del Estado.

«En un momento en que necesitamos desesperadamente dinero para los servicios públicos, el Gobierno está destinando millones al agujero negro del Brexit», advirtió. «En los próximos cinco años, la salida de la UE podrá haberse llevado 59.000 millones de libras (70.000 millones de euros) que podrían haber servido para paliar las necesidades de la sanidad pública, de la asistencia social y de nuestras escuelas».Más pobresLos sindicatos han puesto también el dedo en llaga. «Los trabajadores están notando la doble presión de los precios que suben y el estancamiento de los salarios», señala Frances O'Grady, secretaria general del Trade Union Congress (TUC). «Pero May parece conformarse ante el hecho de que avanzamos hacia una crisis del nivel de vida. El Gobierno no puede tardar más en pasar a la acción». Finalmente, ha prometido intervenir el precio de la electricidad y el gas para evitar subidas abusivas (la factura de la luz ha crecido un 158% en los últimos 15 años).

La medida, robada al ex líder laborista Ed Miliband, ha sido calificada como necesaria pero insuficiente.«Hay claras señales de que las familias están empezando a sufrir por el apretón de los ingresos reales y esa sensación se va a intensificar», reconoce Chris Hare, analista de Investec. «El gasto de los hogares británicos supone aproximadamente dos tercios de la demanda en el Reino Unido, y ésa es la principal razón por la que la economía se ha ralentizado este año».

«Los británicos pueden sufrir hasta 15 años de pérdida del poder adquisitivo», advierte en The Guardian el director del Instituto de Estudios Ficales (IFS), Paul Johnson. «Nuestras estimaciones proyectan unos salarios medios en 2022 no superiores a los de 2007. Esto es algo sin precedentes».Otro estudio, auspiciado por la Resolution Foundation, va aún más allá y asegura que estamos «en la peor década para el crecimiento de los salarios desde las guerras napoleónicas (1803-1815)», con una pérdida real de los salarios de 14.500 euros entre 2010 y 2020. Según este estudio, el Brexit va a servir como excusa para perpetuar las políticas de austeridad hasta bien entrada la década de 2020.

Inventor del aspirador ciclónico
Adiós, Richard Branson. El multimillonario de moda en el Reino Unido, firme defensor del Brexit, es el inventor Sir James Dyson, el padre de la aspiradora ciclónica (con alto poder de succión y sin necesidad de utilizar bolsa). Dyson, propietario del yate de mayor eslora con bandera británica (el Nahlin, 97 metros) se ha encaramado al número 14 de la lista de los más ricos de The Sunday Times, con una fortuna estimada en 9.229 millones de euros. Ajena a las turbulencias del Brexit, la compañía Dyson facturó el año pasado 3.000 millones de euros, con un crecimiento del 45%.

 La caída de la libra disparó las exportaciones no solo de las aspiradoras, los secadores y los ventiladores, con destino sobre todo a China. A sus 70 años, Dyson representa el ingenio y la perseverancia en estado puro. Detrás de su imperio (7.000 empleados y representantes en 70 países) está el largo esfuerzo de gestación y las horas pasadas en el sótano de su casa, perfeccionando sus incontables inventos, tal y como recuerdan su tres hijos y su eposa, Deirdre.

Dyson no solo está a favor del Brexit 'duro', sino que defiende para el Reino Unido el modelo Singapur: libre comercio y alta tecnología (y un impuesto máximo del 22%). Dyson es partidario de soltar «los grilletes del mercado único» y lanzarse a la conquista del mundo. «Soy enormemente optimista sobre las oportunidades que se nos van a abrir», admite. «Estamos en una posición única y ventajosa para convertirnos en líderes mundiales de tecnología». Theresa May ha encontrado a un multimillonario patriótico como símbolo de la prosperidad post-Brexit. Pocos recuerdan ahora que

Dyson defendió en su momento la integración del Reino Unido en la eurozona y que fue criticado por llevarse la mano de obra a Malasia. El nuevo emblema del made in England ha decidido crear además su propio campus universitario en Malmesbury, el Dyson Institute of Engineering and Technology (DIET), con la idea de alumbrar a la próxima generación de innovadores. «Nos van a hacer falta un millón de ingenieros», advierte, y por eso ha pedido a May que excluya a los estudiantes universitarios de las futuras cuotas de inmigrantes. Dyson es partidario incluso de directamente el 'portazo' a la UE y pasa bajo las regulaciones del Organización Mundial de Comercio (OMC). «Tendríamos que estar negociando ya con todo el mundo, no sé a qué esperamos».

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