a Reserva Federal (Fed) empezó hoy su primera reunión sobre política monetaria de 2018, año en el que se esperan tres subidas de tipos de interés, y que será también la última con Janet Yellen como presidenta.
El encuentro de dos días concluirá este miércoles con la divulgación del comunicado de la Fed a las 14.00 hora local (ET), en el que no se espera sorpresas y se decida mantener los tipos de interés en el rango actual de entre 1,25 % y 1,5 %.
La cita será la última en la que Yellen actúe como presidenta del organismo, ya que a partir de febrero será reemplazada por Jerome Powell, escogido por el presidente, Donald Trump, para sustituirla.
En esta ocasión, no habrá rueda de prensa por parte de la presidenta del banco central.
En diciembre, en su última comparecencia ante la prensa, Yellen subrayó que "el mercado laboral ha continuado fortaleciéndose y la actividad económica ha estado creciendo a una tasa sólida", por lo que agregó que se sentía "bien acerca de las perspectivas económicas" del país.
En diciembre, el banco central revisó al alza sus previsiones de crecimiento para 2017, pasando del 2,4 % del producto interior bruto (PIB) anticipado en septiembre al 2,5 %; y las de 2018, del 2,1 % de tres meses atrás al 2,5 %.
Powell asumirá, por tanto, una economía que goza de buena salud, y su tarea será navegar el proceso de normalización monetaria tras el multimillonario paquete de estímulo puesto en marcha para revitalizar la actividad después de la aguda crisis de 2008-10.
Los analistas consideran que, dado el repunte económico en EEUU aupado por la reforma fiscal aprobada a finales del pasado año, la Fed lleve a cabo tres ajustes monetarios a lo largo del año para contrarrestar el previsible sobrecalentamiento de la economía.
Pese a que en los últimos años la inflación se había mantenido por debajo de la meta anual del 2 %, en los últimos meses han comenzado a registrarse presiones inflacionarias, particularmente en un contexto cercano al pleno empleo.
Los otros dos grandes indicadores macroeconómicos siguen en registros saludables: La tasa de desempleo en EEUU cerró diciembre en el 4,1 %, la más baja 18 años, y el ritmo anual de crecimiento del PIB del último trimestre de 2017 se ubicó en un saludable el 2,6 %.
"El tempo de la Fed en términos de ajuste monetario puede que necesite acelerarse", aseguró la pasada semana William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York y uno de los miembros del banco central con más peso.
Por eso, indicó Dudley, no es "una asunción irracional" que el siguiente encarecimiento del precio del dinero se produzca en la reunión de marzo.
Otro de los elementos que la Fed debe discutir en sus reuniones de esta semana es la reciente depreciación del dólar, después de que el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, asegurase en unas poco habituales declaraciones que defendía "un dólar débil", aunque luego se retractase en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) la pasada semana.
Las palabras de Mnuchin generaron malestar en otros grandes bancos centrales, y provocaron fuertes caídas en el valor de la divisa estadounidense, y obligaron incluso a la intervención del propio Trump a favor de un dólar fuerte.
De hecho, el miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) Benoit Coeuré alertó también en Davos de que una posible "guerra de divisas" es lo último que el mundo necesita", en referencia a la fuerte caída del dólar.
Las economías desarrolladas no deberían, añadió Coeuré, "apuntar a sus tipos de cambio con fines competitivos".
Por su parte, los mercados financieros abrieron hoy a la baja, y el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, registraba un descenso de 1,08 % después de haber alcanzado máximos históricos la pasada semana.
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