La recuperación de la economía mundial avanza “a paso firme”, confirma el Fondo Monetario Internacional en la actualización de sus proyecciones. Los riesgos, según Maurice Obstfeld, están “más bien equilibrados”. Sin embargo se produjo un cambio en la distribución del crecimiento en solo tres meses. El crecimiento fue mejor de lo esperado en países como España, Brasil y México pero no colmó las expectativas en Estados Unidos, Reino Unido y el conjunto de América Latina.
El FMI mantiene una expansión global del 3,5% para este año, frente al 3,2% registrado en 2016. El crecimiento para las economías avanzadas pasará del 1,7% hace un año al 2%. Los riesgos relacionados con las elecciones, dice el equipo que dirige Obstfeld, “se atenuaron”. Pero señala que no solo se mantiene elevada la incertidumbre respecto a las políticas que se van a adoptar, sino que podría “agravarse”.
Es una referencia clara a la situación en Estados Unidos. La mayor potencia mundial crecerá un 2,1% en 2017 y 2018, lo que representa un salto de medio punto porcentual respecto a 2016. Es una estimación que está en línea con lo que proyecta la Reserva Federal y la Oficina Presupuestaria del Congreso. Sin embargo representa un recorte de dos décimas y de cuatro décimas respecto a lo avanzado en abril.
Y sobretodo se queda lejos del 3% que promete el presidente Donald Trump. El recorte, como indica Obstfeld, es “importante” para EE UU y se justifica, como ya avanzó en le informe del país a final de junio, porque no termina de concretarse el plan de estímulos del nuevo gobierno. “A corto plazo es menos probable que la política fiscal de EE UU sea expansionista”, indica el economista jefe del FMI.
Algo similar pasa con Reino Unido, al rebajar tres décimas su proyección para 2017, que ahora queda en el 1,7%. Obstfeld ofrece dos motivos. Primero, porque el rendimiento de la economía británica se mostró “tibio” en el primer semestre. Segundo, porque el impacto del abandono de la Unión Europea sigue incierto a la espera del resultado de la negociación. Se mantiene en el 1,5% para el próximo.
Zona euro y España
La percepción es distinta para la zona euro, con una expansión prevista en el 1,9% este año y del 1,7% el que viene. Obstfeld dice que es posible que sea “más robusto” gracias a que el empuje de la demanda interna es mayor del previsto. El crecimiento de España será el más sólido del grupo, con un 3,1% en 2017 frente al 1,8% de Alemania o del 1,5% de Francia. Es medio punto más alto al que se anticipó en abril. Se moderará al 2,4% en 2018, tres décimas mejor de lo que se anticipó.
Los países emergentes y en desarrollo son los que siguen tirando, con un crecimiento que se proyecta en el 4,6% para este año y del 4,8% el que viene. Rusia supera la recesión y a China le eleva el crecimiento al 6,7%. Aunque se moderará tres décimas en 2018, el retroceso será dos décimas menos de lo que se dijo en abril. Este ritmo tan robusto tiene un riesgo, porque alimenta la rápida expansión del crédito.
LENTA RECUPERACIÓN EN LATINOAMÉRICA
S. P.
El Fondo Monetario Internacional certifica que América Latina supera la recesión. Proyecta un crecimiento del 1% este año, que doblará al 1,9% en 2018. La región, sin embargo, sigue siendo la más vulnerable. “Continúa arrastrando un crecimiento por debajo del potencial”, explica Maurice Obstfeld. La proyección para los próximos dos años se rebaja una décima respecto a la que se anticipó hace solo tres meses.
“La actividad económica irá recuperándose poco a poco a medida que países como Argentina y Brasil se recuperen de la recesión”, afirma el organismo en su actualización. En el caso de la economía brasileña, pasará de una contracción del 3,6% para estabilizarse y crecer un tímido 0,3%, antes de pasar a un 1,3%. Es una mejora de una décima para este año, explica, “gracias al vigor del primer trimestre”
Pero el crecimiento en 2018 será cuatro décimas más moderado de lo anticipado el que viene “por la persistente debilidad de la demanda interna y la agudización de la incertidumbre en torno a la situación política y a la política económica”. El FMI añade que las revisiones para el resto de la región son “principalmente a la baja” y señala “un nuevo deterioro de las condiciones económicas en Venezuela”.
México, sin embargo, ve mejorar su proyección dos décimas para este año, que se eleva ahora al 1,9%. Los técnicos del FMI reconocen que la economía rindió mejor de lo esperado en el primer semestre y eso permitirá que la moderación no sea tan brusca como se temía hace tres meses. La estimación se mantiene en el 2% para 2018 y estará tres décimas por debajo del crecimiento registrado en 2016.
Aunque los técnicos del FMI son optimistas, lo que más les preocupa a corto plazo es que los bancos centrales de las economías avanzadas muestren un interés mayor por retirar los estímulos monetarios, como está haciendo la Reserva Federal. Eso afectaría a los países emergentes y en desarrollo que recibieron capital a tipos de interés muy bajos. Por eso, aprovechando que la inflación sigue baja, pide cautela.
Obstfeld vuelve a pedir que se aproveche que la economía gana virgo para adoptar reformas que permitan recuperar el potencial previo a la gran crisis. En este sentido, señala, que el bajo crecimiento no solo impide una mejora en la calidad de vida, “además acarrea el riesgo de exacerbar las tensiones sociales” y las políticas proteccionistas. Concluyó que la cooperación multilateral también es clave para garantizar la prosperidad y que se distribuya.
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