La aprobación del proyecto de Ley Nica Act podría afectar las entradas de Inversión Extranjera Directa en Nicaragua
La calificadora de riesgo Moody’s Investors Service señaló a Nicaragua que si bien mantenía su nota soberana este año, advirtió que sus finanzas afrontarán “potenciales obstáculos” internacionales si se concreta en Estados Unidos la Nica Act, que obligaría al país a salir por primera vez a los mercados internacionales en busca de financiamiento y además habría afectaciones en la inversión extranjera directa dada la incertidumbre que se generaría entre inversionistas.
En la revisión periódica de la calificación de deuda soberana a Nicaragua, Moody’s determinó mantenerle al país la B2 con perspectivas estables por el crecimiento económico sostenido; a los altos niveles de inversión extranjera; a la baja carga de pago de intereses debido a la alta proporción de deuda externa concesional; y a la alianza estratégica con el sector privado.
No obstante, indicó que “la aprobación del proyecto de Ley Nica (Act) podría afectar las entradas de Inversión Extranjera Directa (IED) si los inversionistas desconfían del entorno empresarial y macroeconómico de Nicaragua y cuestionan el compromiso del Gobierno con políticas favorables al sector privado a pesar de su historial”.
Además señala que Nicaragua tendría que salir a “aprovechar” los mercados internacionales de bonos por primera vez.
Advertencias de economistas
Sin embargo, distintos economistas han advertido que Nicaragua aún no está preparada para obtener préstamos a través de la banca comercial o emisión de deuda en los mercados internacionales, al recordar que este tipo de financiamiento es costoso. Además han advertido que Nicaragua fue beneficiada por el perdón de deuda en el marco de la Iniciativa de Países Pobres Altamente Endeudados (conocida por sus siglas en inglés como HIPC), lo que le ha permitido obtener préstamos concesionales, es decir, con tasas bajas.
En su nuevo balance, Moody’s, que en el reporte de noviembre 2016 consideró que era “improbable” que la Nica Act prosperara en Estados Unidos, hace un recuento de cómo este proyecto de ley revivió en el Congreso de Estados Unidos su curso, cuya nueva versión incorpora mayores condiciones al Gobierno de Nicaragua.
El proyecto de ley original (2016) instruyó a los representantes estadounidenses en instituciones financieras internacionales (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo) a oponerse a la financiación de cualquier proyecto en Nicaragua, a menos que se considere que el Gobierno “celebrará elecciones libres y haya respeto a la libertad de expresión”, explica Moody’s en su reporte en poder de LA PRENSA.
Moody’s añade: “La versión revisada del proyecto de ley (actual) agrega el requisito de la lucha contra la corrupción y la protección de los derechos de los partidos políticos y periodistas de la oposición”.
Minimizan impacto
Las advertencias sobre el riesgo de las finanzas públicas también fueron hechas por una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en una reciente visita a Managua. No obstante, el gobierno del presidente designado por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Daniel Ortega, junto con algunos de sus funcionarios, han minimizado el impacto de la misma.
El asesor para Asuntos Económicos de la Presidencia, Bayardo Arce, en una comparecencia pública este mes calificó de abusivos a los congresistas que impulsan la Nica Act, al recordar que en los organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hay capital de terceros países y del mismo Nicaragua por ser accionista.
BCIE no presta para cubrir presupuesto
Si bien Moody’s coincide con el Gobierno de Nicaragua de que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) —del cual Estados Unidos no es accionista— es una alternativa ante el Banco Mundial y el BID, la calificadora recuerda que “el BCIE proporciona financiamiento para gastos relacionados con proyectos, no para financiamiento presupuestario”.
Los efectos en los desembolsos de los organismos multilaterales se sentirán de lleno, según Moody’s en 2019, porque remarcó para el 2017 y 2018 Nicaragua ya tiene pactado los recursos en el Banco Mundial y el BID.
Fondos pendientes
Hasta el 30 de abril de este año, Nicaragua esperaba el desembolso de 217 millones de dólares en préstamos y 46 millones en donaciones del Banco Mundial, según el reporte de Moody’s. Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo aprobó 213 millones en nuevos proyectos en Nicaragua el año pasado, pero desembolsó solo 187 millones.
Los fondos pendientes de desembolsos tanto del Banco Mundial como del Banco Interamericano de Desarrollo “equivalen a aproximadamente el tres por ciento del PIB del 2017 o, alternativamente, alrededor de un tercio de las remesas anuales”, resalta.
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