Mis libros preferidos de economía del 2016


Es tradicional en estas fechas que se publiquen en los suplementos culturales de los diarios los mejores libros de 2016. En las listas predominan la novela, biografías y libros de ensayo. No suele haber libros de economía, sin duda por ser un tanto especializados, pero, a pesar de ello, me ha parecido apropiado proporcionar una lista de libros de los que se han publicado en 2016 en castellano. En mi lista particular predominan los heterodoxos, lo que es muy saludable para salir de la ortodoxia tan asfixiante que nos invade.

En primer lugar, recomiendo tres libros sobre la desigualdad: Atkinson, Anthony B. Desigualdad. ¿Qué podemos hacer? (Fondo de Cultura Económica); Galbraith, Jjames K. Desigualdad y desequilibrio. La economía mundial antes de la crisis, (RBA); y Carabaña, Julio Ricos y pobres(Catarata). No cabe duda que la desigualdad está centrando una preocupación en las sociedades actuales y cada vez más se escribe sobre las estimaciones que se hacen para determinarla y las causas que la están generando.

Tres aportaciones que vienen a contribuir a un mejor conocimiento de lo que está sucediendo y la brecha tan grande que se está abriendo en prácticamente todas las economías. Atkinson es uno de los pioneros de estos estudios, de hecho -como él mismo señala- se viene ocupando de este asunto desde que se graduó como economista en 1966. Es considerado por muchos estudiosos de la materia como un referente. En este libro, además de llevar a cabo un análisis sobre la desigualdad, hace proposiciones para combatirla. James Galbraith que también se ha centrado en la economía de la desigualdad, fundamentalmente en Estados Unidos, desde hace años, proporciona nuevos datos al tiempo que establece una relación con la crisis económica y financiera que se está aún padeciendo en el mundo. Carabaña ofrece datos de indudable valor para la economía española.

La crisis económica ha revitalizado la economía marxista. Se han publicado -desde entonces- libros basados en el pensamiento de Marx, que tratan de profundizar en las causas de la crisis superando el mero análisis descriptivo. Entre los que se han publicado este año destacaría dos: Harvey, David Guía de El capital de Marx. Libro segundo (Akal); Lapavitsas, Costas Beneficios sin producción. Cómo nos explotan las finanzas (Traficantes de sueños). Harvey a la vez que ofrece esa guía para leer El capital y hacer más asequible la lectura de esta magna obra extrae análisis que pueden ser muy útiles para la comprensión de la crisis actual. El libro de Lapavitsas es impresionante, pues analiza la expansión de las finanzas en el análisis teórico del pasado y del presente y en el contexto histórico en el que se desarrollan. Para los que se quieran adentrar en el conocimiento de Marx un libro muy asequible pero que a su vez plantea cuestiones interesantes es el de Rohbeck, Johannes Marx (Alianza editorial).

Dos libros más llevaderos e importantes para la historia: Steil, Benn La Batalla de Bretton Woods (Deusto); Mazoyer, Marcel y Roudart, Laurence Historia de las agriculturas del mundo (KRK ediciones). El primero se centra en el debate, principalmente entre Keynes y White, que se produjo en 1944 para crear un nuevo Sistema Monetario Internacional. Se adentra en detalles que yo nunca había leído y también hace referencia a la caza de brujas, que se llevó a cabo años después sobre White y gran parte de sus colaboradores. No deja de ser llamativo que los creadores del orden capitalista mundial de posguerra fueran acusados de comunistas.

Por lo que concierne al de agricultura, no se crean que es un mamotreto como se puede deducir del objeto tan ambicioso que se plantea en el título. Al contrario, es un libro breve, asequible y con una envidiable capacidad de síntesis. Indispensable para entender el papel de la agricultura en la economía, su contribución al desarrollo y la relación con la ecología.

En fin, que en estas vacaciones disfruten de la lectura y que aprovechen a leer también literatura, donde hay tanta y tan buena, entre lo que recomendaría fervientemente Patria de Aramburu. Feliz año, aunque resulta difícil pensar que puede ser bueno en un mundo que las cosas van a peor. La esperanza de que algo pueda cambiar es lo último que se pierde y como decía Gramsci: “Al pesimismo de la inteligencia opongamos el optimismo de la voluntad”.   

FUENTE: AQUÍ

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