El Brent caía 1,2% a US$28,59 el barril en el mercado de futuros ICE de Londres para entrega en marzo, ya que el levantamiento de las sanciones petroleras a Irán pesaba sobre el mercado.
WTI aún cotiza su contrato de febrero y está menos afectado por el retorno del crudo iraní. Sin embargo, también bajaba 1,4% a US$29,97 el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York.
La posibilidad de que 500.000 barriles al día de crudo iraní inunden un mercado que ya está de por sí con excedentes de suministro es la principal preocupación y muchos observadores ahora creen que la situación podría empeorar en las próximas semanas, llevando al barril a los US$25.
“Probablemente veremos una respuesta de los precios a principios de semana, pero esto es algo que el mercado esperaba”, indicó un reporte de Morgan Stanley, agregando que la reducción de las restrictivas sanciones financieras y comerciales “podría traer algo de normalidad y crecimiento económico significativo”.
“Dado que la capacidad de refinación es limitada, tal crecimiento podría causar un aumento significativo local en la demanda e importaciones de gasolina, lo cual podría compensar parcialmente el incremento del suministro”, dijo Morgan Stanley.
Aún no se conoce el cronograma exacto para el aumento de las exportaciones de crudo iraní. Los asuntos que deben resolverse incluyen cuánto crudo iraní está almacenado y podría ser enviado inmediatamente, así como qué tan grande será el descuento que Teherán ofrecerá por su crudo para asegurarse una mayor participación de mercado.
“Irán tiene excelentes recursos de petróleo y gas, pero para alcanzar su potencial se necesita como prerrequisito las inversiones a largo plazo y la participación de las petroleras internacionales a largo plazo, pero para esto el ambiente del mercado no es el más idóneo en este momento”, dijo Norbert Ruecker, director de investigación de commodities de la suiza Julius Baer.
Mientras tanto, aunque la producción petrolera estadounidense se niega tercamente a caer por debajo de 9 millones de barriles al día, la demanda comienza a verse “espectacularmente débil”, según una nota publicada por Barclays.
El banco británico dijo que la demanda estadounidense por productos refinados es 800.000 barriles más baja que el promedio de enero de 2015. El invierno más templado ha sido culpado de este declive, ya que las temperaturas en 2016 han estado 15% más altas. Sin embargo, el banco advirtió que la magnitud de la caída es tan profunda que es probable que haya razones aún más profundas.
Fuente: The Wall Street Journal
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