El profesor escocés Angus Deaton investigó los estándares de vida y la
pobreza en países en desarrollo, e identificó los impuestos que afectan a
las clases más bajas.
Las
investigaciones de Deaton, "al poner de relieve la relación entre las
opciones individuales y sus efectos en el conjunto de la economía,
contribuyeron a transformar la macroeconomía, la microeconomía y la
economía del desarrollo. Para poder diseñar políticas económicas que
promuevan el bienestar y reduzcan la pobreza, primero debemos comprender
las elecciones de consumo individuales. Más que nadie, Angus Deaton
enriqueció esa comprensión", según el jurado de los Premios Nobel.
Además, Deaton fue un catedrático de gran influencia en la toma de decisiones políticas, ayudando, por ejemplo, a determinar cuáles son los grupos sociales afectados por un incremento del impuesto al valor agregado sobre los alimentos.
Y fue uno de los pioneros en el uso de datos de encuestas a hogares en países en vías de desarrollo. De hecho, durante toda la década del 90, estudió el vínculo entre consumo e ingresos; y midió los estándares de vida y pobreza en países en desarrollo con esta metodología. Asimismo, y en relación a bienestar y pobreza, la obra del escocés destaca "cómo mediciones fiables de los niveles de consumo de hogares individuales pueden emplearse para discernir mecanismos tras la evolución económica".
Tras conocer que ganó el premio, Deaton habló con el jurado de la Academia sueca y se refirió a la crisis de refugiados: "La lucha contra la pobreza es clave para reducir el flujo de refugiados. Sin embargo, ello llevará mucho tiempo. Lo que vemos hoy es el resultado de cientos de años de desarrollo desigual en el mundo rico, que ha dejado atrás una gran parte del mundo y esas personas desean una vida mejor".
Con su obra, Deaton también logró relacionar las elecciones individuales con los indicadores agregados, poniendo en contacto el mundo de la microeconomía con el de la macroeconomía, y ayudando a transformar su estudio y comprensión.
Sobre las decisiones individuales de gasto, Deaton planteó el Sistema Casi Ideal de Demandas (AIDS), un método "flexible pero sencillo" de estimar cómo la demanda de un producto determinado depende del precio de todos los bienes y servicios y de los ingresos del consumidor.
Este aporte se convirtió en una herramienta estándar en su ámbito de estudio, no sólo sirve para explicar patrones de consumo, sino también para evaluar cómo un cambio en política fiscal -por ejemplo, una reforma del IVA, puede afectar al bienestar de distintos grupos sociales.
Sobre el ahorro y los gastos agregados, Deaton demostró con sus estudios que "el análisis de los datos individuales" de ingresos y consumo es "clave" para explicar los patrones que luego se perciben en los datos macroeconómicos.
A principios de este año, el ministro de Economía, Axel Kicillof, fue consultado una vez más por los índices de pobreza e indigencia en la Argentina y eludió responder con una declaración polémica: "Cuántos pobres hay es una pregunta bastante complicada. Yo no tengo el número de pobres, me parece que es una medida bastante estigmatizante".
Tras sus dichos, fueron varios los funcionarios que salieron a confrontarlo y a denunciar que desde el Gobierno buscan intencionadamente ocultar las estadísticas. Ante las reacciones, Kicillof declaró: "Mirá si este Gobierno va a ocultar los pobres. Este Gobierno ha hecho un trabajo muy fuerte, como cuando sacamos lo que la oposición llama despectivamente planes sociales. Creemos que hay un reconocimiento de derechos y que además tiene un efecto macroeconómico muy importante".
Agencias EFE y Reuters
Al anunciar al nuevo Premio Nobel de Economía,
la Real Academia Sueca de las Ciencias fue clara: el economista escocés
Angus Deaton mereció el título por su trabajo que gira principalmente
alrededor de tres cuestiones claves: ¿cómo se distribuyen los gastos de
los consumidores entre diferentes bienes?, ¿qué parte de los ingresos de
la sociedad se gastan y cuánto se ahorra? y ¿cómo se puede mejor la
medición y el análisis del bienestar y la pobreza?
Además, Deaton fue un catedrático de gran influencia en la toma de decisiones políticas, ayudando, por ejemplo, a determinar cuáles son los grupos sociales afectados por un incremento del impuesto al valor agregado sobre los alimentos.
Y fue uno de los pioneros en el uso de datos de encuestas a hogares en países en vías de desarrollo. De hecho, durante toda la década del 90, estudió el vínculo entre consumo e ingresos; y midió los estándares de vida y pobreza en países en desarrollo con esta metodología. Asimismo, y en relación a bienestar y pobreza, la obra del escocés destaca "cómo mediciones fiables de los niveles de consumo de hogares individuales pueden emplearse para discernir mecanismos tras la evolución económica".
Tras conocer que ganó el premio, Deaton habló con el jurado de la Academia sueca y se refirió a la crisis de refugiados: "La lucha contra la pobreza es clave para reducir el flujo de refugiados. Sin embargo, ello llevará mucho tiempo. Lo que vemos hoy es el resultado de cientos de años de desarrollo desigual en el mundo rico, que ha dejado atrás una gran parte del mundo y esas personas desean una vida mejor".
Con su obra, Deaton también logró relacionar las elecciones individuales con los indicadores agregados, poniendo en contacto el mundo de la microeconomía con el de la macroeconomía, y ayudando a transformar su estudio y comprensión.
Sobre las decisiones individuales de gasto, Deaton planteó el Sistema Casi Ideal de Demandas (AIDS), un método "flexible pero sencillo" de estimar cómo la demanda de un producto determinado depende del precio de todos los bienes y servicios y de los ingresos del consumidor.
Este aporte se convirtió en una herramienta estándar en su ámbito de estudio, no sólo sirve para explicar patrones de consumo, sino también para evaluar cómo un cambio en política fiscal -por ejemplo, una reforma del IVA, puede afectar al bienestar de distintos grupos sociales.
Sobre el ahorro y los gastos agregados, Deaton demostró con sus estudios que "el análisis de los datos individuales" de ingresos y consumo es "clave" para explicar los patrones que luego se perciben en los datos macroeconómicos.
La pobreza en la Argentina
Desde finales de 2013, el el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) no publica datos oficiales sobre la pobreza en nuestro país. El último dato que se conoció indicaba que la pobreza alcanzaba al 4,7% de la población.A principios de este año, el ministro de Economía, Axel Kicillof, fue consultado una vez más por los índices de pobreza e indigencia en la Argentina y eludió responder con una declaración polémica: "Cuántos pobres hay es una pregunta bastante complicada. Yo no tengo el número de pobres, me parece que es una medida bastante estigmatizante".
Tras sus dichos, fueron varios los funcionarios que salieron a confrontarlo y a denunciar que desde el Gobierno buscan intencionadamente ocultar las estadísticas. Ante las reacciones, Kicillof declaró: "Mirá si este Gobierno va a ocultar los pobres. Este Gobierno ha hecho un trabajo muy fuerte, como cuando sacamos lo que la oposición llama despectivamente planes sociales. Creemos que hay un reconocimiento de derechos y que además tiene un efecto macroeconómico muy importante".
Agencias EFE y Reuters
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