Los flojos datos de gasto de los consumidores, inflación y empleo han acabado virtualmente con las posibilidades de un aumento este mes. Dos gobernadores de la Fed ya han expresado esta semana sus dudas sobre si será adecuado modificar las tasas este año y los recientes datos macro no han tranquilizado a nadie en el seno del banco central respecto a las perspectivas económicas.
El Departamento de Comercio informó el miércoles de que las ventas minoristas desestacionalizadas subieron tan apenas 0,1% en septiembre y de hecho bajaron con respecto a los niveles de agosto cuando se saca del cómputo las ventas de automóviles. Además, el Departamento del Trabajo también informó de que los precios de producción —indicador de la inflación a nivel mayorista— bajaron en septiembre 0,5% mensual y 1,1% interanual, lo que supone el mayor descenso interanual del actual ciclo de expansión.
A la Fed le quedan dos reuniones de política monetaria este año, una a finales de octubre y la otra a mediados de diciembre. Los operadores de los mercados de futuros creen ahora que apenas hay posibilidades de que se incrementen las tasas este mes y consideran que hay una probabilidad de 1 a 3 de que eso ocurra para finales de año.
Los funcionarios del banco central estadounidense han dicho que la decisión sobre cuándo elevar las tasas dependería de los datos económicos entrantes. La inflación de precios al consumidor ha estado por debajo de la meta de 2% de la Fed durante más de tres años, y los responsables de política monetaria quieren estar seguros de que la inflación subirá con seguridad antes de comenzar a incrementar las tasas. El gasto del consumidor constituye las dos terceras partes de la demanda total de bienes y servicios producidos en EE.UU., y las ventas minoristas son un indicador importante del vigor subyacente de la economía.
Aunque que un alza en octubre es muy poco probable, la Fed aún podría decidir para elevar las tasas de este año, sobre todo si el mercado laboral muestra renovados signos de vigor antes de su reunión de política el 15 y 16 de diciembre, o si surgen indicios de que los salarios o la inflación se están moviendo desde niveles bajos.
Sin embargo, los débiles informes de inflación y de ventas minoristas no inspiran mucha confianza entre los funcionarios de la Fed, especialmente un par de semanas después de que el Departamento del Trabajo informara que el ritmo de contratación se desaceleró en septiembre y fue más débil de lo que se pensaba en julio y agosto. Las exportaciones estadounidenses también están ahora en camino de disminuir este año por primera vez desde la recesión.
Fuente: The Wall Street Journal
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