Jueves, 25 de Junio de 2015 20:16 EDT
Seis años después de la recuperación, la economía estadounidense no sale del bache.
Desde
que la recesión terminó en junio de 2009, la expansión no ha podido
crecer mucho más que 2%. Cada vez que la economía se acelera, luego se
frena. Esto es lo que volvió a suceder en el primer trimestre, cuando se
contrajo a un ritmo anualizado de 0,2%, según una revisión de los datos
del Departamento de Comercio difundida el miércoles.
Muchos
economistas proyectan un repunte, con un crecimiento anualizado de
entre 2% y 3% en el segundo trimestre, seguido de una mejora en el
segundo semestre. Incluso con esa aceleración, 2015 crecería a un ritmo
muy parecido a los tres años previos.
Está
por verse si el mejoramiento de los fundamentos económicos —creación
constante de empleos, primeros signos de un fuerte crecimiento en los
salarios, un mercado de vivienda más saludable— podría posicionar el
séptimo año de recuperación en el esperado camino de una aceleración
sostenida. Aunque el crecimiento se estancó durante el primer trimestre,
“la actividad está burbujeando bajo la superficie”, dijo Gregory Daco.
El economista de Oxford Economics prevé que una mejora del mercado
laboral ayude al consumo y que los problemas producidos por el
crecimiento desigual de la economía mundial y el repliegue de la
industria de energía de EE.UU. se disipen.
Al
igual que muchos economistas, Daco proyecta que el Producto Interno
Bruto se expanda 2,3% en 2015, una cifra muy parecida al 2,4% del año
pasado, el crecimiento más alto en la presente recuperación. La Reserva
Federal proyectó a principios de mes que la economía crecería entre 1,8%
y 2% este año.
Ellyn Davidson, socia gerente de Brogan
& Partners, una empresa de publicidad de Birmingham, Michigan, dijo
que sus clientes trabajan con presupuestos de marketing ajustados, pero
sienten menos presión que a principios de la recuperación. “No los
presionan tanto para satisfacer expectativas inmediatas”, manifestó.
“Pueden pensar más a largo plazo sobre lo que estimulará el crecimiento
de sus negocios”.
La Fed evalúa si la
economía está cobrando suficiente fuerza en estos meses para decidir si
eleva o no las tasas de interés a corto plazo, que actualmente se ubican
en cerca de cero. Un crecimiento más dinámico del empleo podría apoyar
la idea de aumentar las tasas en septiembre, pero la inflación sigue
siendo débil y el crecimiento global ha sido disparejo.
Los
economistas dicen que un mayor crecimiento debe ir de la mano de un
alza del gasto del consumidor. El consumo representa más de dos tercios
de la economía estadounidense.
El gasto
del consumidor creció a una tasa de 2,1% en el primer trimestre, una
revisión al alza frente a lo que se había previsto un mes atrás. Otros
datos mostraron que el gasto en las tiendas repuntó durante el segundo
trimestre, una señal de que los estadounidenses podrían estar gastando
parte de lo que se han ahorrado con la gasolina más barata.
En
Schaeffer’s Corner Market, una tienda de alimentos de Ruffs Dale,
Pensilvania, las ventas cayeron bruscamente durante el crudo invierno,
en los tres primeros meses del año, pero se han reanimado con el cambio
de estación. El aumento de una clientela de trabajadores de la
construcción, instaladores de cable y otros contratistas está impulsando
las ventas de pizzas para llevar, alas de pollo y sándwiches, dijo la
dueña del local, Kristen Ranker.
“El
negocio se ha recuperado desde que empezó la primavera”, indicó. “Un
montón de gente que estaba esforzándose por conseguir un empleo
[finalmente] está trabajando de nuevo”. No obstante, las últimas cifras
del PIB revelaron varias áreas de preocupación. La inversión empresarial
—gastos en construcción, en maquinaria y en investigación y desarrollo—
descendió 2% el trimestre pasado, su peor desempeño desde 2009.
La
desaceleración del sector energético también está afectando la
producción. “La historia más amplia del primer trimestre siguen siendo
los severos efectos de la caída de la extracción de petróleo y gas… que
no alcanzaron a ser compensadas por los ahorros generados por el
abaratamiento del combustible”, dijo Ted Wieseman, economista de
Morgan Stanley.
MS +1.02%
—Kate Davidson contribuyó
a este artículo.
Fuente: The Wall Street Journal
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