Han transcurrido 20 años desde
que Naciones Unidas comenzara a publicar el Índice de Desarrollo Humano
(IDH). El indicador, que tiene en cuenta factores como la expectativa de
vida y la educación, surgió ante el reconocimiento de que los
indicadores macroeconómicos de los países no necesariamente reflejan
cómo viven en realidad sus habitantes.
El IDH se basa en gran medida en el trabajo del
Premio Nobel de Economía, Amartya Sen, y su visión de una economía en la
que lo central es el ser humano. Sen es el propulsor del concepto de
desarrollo como libertad, en el que la pobreza y la falta de
oportunidades económicas son vistas como obstáculos en el ejercicio de
libertades fundamentales. Desarrollo significa entonces expandir la
libertad de los seres humanos.
Amartya Sen habló con BBC Mundo sobre dos décadas del IDH y el "compromiso con la humanidad".
¿Cómo ha cambiado el concepto de desarrollo desde la aparición del Índice de Desarrollo Humano (IDH) hace 20 años?
No veo que el concepto de desarrollo haya
cambiado. El IDH surgió en el primer informe de Desarrollo Humano en
1990, en reconocimiento de las limitaciones de las medidas estándar de
desarrollo, como Producto Interno Bruto o Producto Nacional Bruto. Éstas
medidas se concentraban en el ingreso y los recursos que tenía la
gente, no en el tipo de vida que podían vivir en la práctica.
No creo que el concepto de desarrollo haya
cambiado desde entonces. Había trabajos teóricos sobre desarrollo antes
del IDH en los 70 y 80.
Pero desde entonces, los trabajos siguen
básicamente la misma línea, reemplazando características de propiedad,
medios y posesión de ingreso, por características que tienen que ver con
la vida humana y la libertad de la gente para vivir la clase de vida
que valora según su propio raciocinio.
Así que el cambio ha sido desde materias primas
hacia la libertad y las capacidades de las personas, y ese cambio aún
sigue en pie.
Cuando miramos el índice vemos por
ejemplo que Argentina tiene un puntaje cercano a 0,8 y Alemania 0,9. ¿En
qué medida son estos datos útiles para alguien en Argentina? ¿Cómo se
aplica el índice?
No creo que pueda juzgarle ningún índice por el
valor que tenga para un país en particular, porque el objetivo principal
del mismo es evaluar el desempeño de países comparando unos con otros
así como el desempeño de un país determinado a lo largo del tiempo.
El desarrollo como libertad se enfoca en la libertad para lograr los objetivos en la vida que una persona elige con su razonamiento.
Amartya Sen
Los número absolutos del IDH son sólo números
abstractos. Lo que debemos ver son las magnitudes relativas de esos
números al comparar un país con otro.
Puede haber un país que sea muy rico pero no
gasta mucho en salud y educación. Su ranking en el IDH tenderá a ser más
bajo que su ranking en ingreso per capita. En forma similar, pueden
verse en el tiempo cambios o la ausencia de cambios y el IDH apuntará a
ciertas políticas.
Así que creo que sería un error concentrarse en
el valor del índice para un país determinado, en lugar de examinar las
magnitudes relativas del índice en un país en distintos períodos o de
diferentes países en un momento determinado.
¿Podría explicarnos en términos simples su idea de desarrollo como libertad y justicia?
Creo que el concepto básico es muy simple.
Cuando vemos qué tan bien está yendo la vida de una persona, miramos las
características de esa vida, principalmente qué cosas puede hacer esa
persona que según su propio razonamiento desea y valora.
La libertad para tener esas cosas es en lo que
se enfoca el desarrollo como libertad. Ahora, para gozar esas libertades
es útil tener ingreso, recursos, riqueza, etc., pero éstos no son los
únicos determinantes de la vida que podemos tener y, en segundo lugar,
la relación entre nuestros recursos y la capacidad para lograr algo
depende no sólo de varios factores.
Así que en lugar de mirar los medios, el
desarrollo como libertad se enfoca en los fines, o más exactamente, en
la libertad para lograr los objetivos en la vida que una persona elige
con su razonamiento. Ése es el cambio de enfoque que implica pasar del
desarrollo como crecimiento económico al desarrollo como libertad.
España tiene un IDH muy alto, pero ahora
tiene más de cuatro millones de desempleados. ¿Qué impacto ha tenido
en el desarrollo la crisis económica de los dos últimos años, en la que
millones de personas han perdido su trabajo?
Hay dos cosas que debemos mirar aquí. El empleo
no es una de las variables incluidas en el IDH, pero cuando un país
tiene desempleo muchas de las características en el IDH serán afectadas
en forma indirecta, como salud, expectativa de vida y oportunidades de
educación.
Pero estos datos no son tan gráficos como las
cifras de desempleo que usted mencionó. El enfoque del desarrollo como
libertad es mucho más general que el IDH.
Si una persona tiene motivos para no querer
estar desempleada -y esa razón existe porque nos gusta trabajar, nuestra
seguridad, el ingreso y el auto respeto y el respeto de otros asociado
con el empleo- entonces el empleo mismo se convierte en una virtud
importante.
El IDH es una cifra, un concepto muy
rudimentario. En un número no se pueden incluir muchas cosas. El IDH
mira conceptos elementales y es útil para mostrar las diferencias entre
países con distintos grados de desempeño.
Si miramos a India, por ejemplo, el estado de
Kerala, con un nivel relativamente bajo de ingreso, tiene la mayor
expectativa de vida y logros educativos del país. Eso muestra que el IDH
puede divergir del Producto Interno Bruto.
Pero hay otras consideraciones que no capta el
IDH. Cuando miramos la situación de desempleo actualmente en Estados
Unidos o Europa, es preciso utilizar el enfoque de desarrollo como
libertad, de una manera más amplia que el simple índice numérico que se
obtiene del IDH.
Yo trabajé a pedido del presidente Sarkozy de
Francia junto a Joseph Stiglitz y Jean Paul Fitoussi para recomendar un
índice que tuviera en cuenta las condiciones europeas y el hecho de que
los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)
difieren de los países en desarrollo en los que se concentra el IDH.
Aún enfocándonos en Europa, no pensamos que un
índice pudiera captar todo lo que queríamos medir en Europa. Ningún
número puede hacer eso.
Por ello sugerimos considerar una serie de
cifras, y el desempleo es una de ellas. Otra es el nivel de descontento.
Hay una serie de indicadores que debemos ver.
El IDH hizo bien el trabajo elemental, pero nunca pretendió captar todo el desarrollo como libertad.
¿La actual crisis económica, con millones de desempleados, significa que la libertad de millones de personas ha sido disminuida?
Definitivamente. No tener empleo es una de las
mayores disminuciones de libertad que la gente puede tener en una
sociedad con un sistema asalariado, a diferencia de las sociedades
agrícolas de campesinos, donde el empleo no es fácilmente mensurable.
El IDH es una cifra, un concepto muy rudimentario. En un número no se pueden incluir muchas cosas. (...) Hizo bien el trabajo elemental, pero nunca pretendió captar todo el desarrollo como libertad.
Amartya Sen
Pero en el caso de Europa, Estados Unidos, y a
estos efectos, América Latina, el empleo y el desempleo son factores muy
importantes cuando hablamos de libertad.
De hecho, mi trabajo sobre desarrollo como
libertad comenzó con una preocupación en torno al empleo. El libro
"Empleo, tecnología y desarrollo" (1975) trata sobre el empleo y cómo
afecta nuestra libertad. De modo que es un factor central al evaluar la
libertad humana.
No lo usamos en el IDH porque se trataba de
comparar países muy pobres en África, Asia y algunos en América Latina,
con las estadísticas sobre empleo no son indicadores claros en
sociedades de campesinos como en economía asalariada. Y por eso no lo
usamos en el IDH, pero nunca dudamos que el desempleo es una disminución
muy importante de la libertad humana.
Cuando era niño, el contacto con las
víctimas de una hambruna en India lo marcó para toda su vida. ¿Qué
mensaje le daría a los jóvenes economistas?
Creo que los jóvenes en América Latina y en
otras partes del mundo están intrínsecamente interesados, están
comprometidos con pensar sobre el destino de la humanidad. Nuestra
visión tiende a ser muy amplia cuando somos jóvenes. Yo he sido profesor
toda mi vida y siempre me ha impresionado la amplitud de la visión de
los jóvenes.
A veces la tecnocracia de la economía puede
paralizar sus intereses, porque la disciplina tiende a concentrarse en
cuestiones muy específicas.
Es importante ocuparnos no sólo de esos temas
técnicamente importantes pero puntuales que deben ser estudiados, sino
también del tema más amplio de cómo son las vidas humanas. Esto por un
lado.
Por otro lado, para hacer eso a veces hay que
cambiar el enfoque y la tecnología de la economía que se utiliza para
ser más sensible a los temas que tienen que ver con el bienestar y la
libertad de la humanidad. Y esto requiere un verdadero compromiso.
No suelo dar mensajes porque no creo que la
gente los necesite, pero diría que el compromiso de preocuparnos por la
humanidad en su conjunto es un gran compromiso para todos nosotros, y
eso se aplica también a los jóvenes economistas.
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