Mauricio Peralta Mayorga
El autor es economista
LA PRENSA EL DIARIO DE LOS NICARAGUENSE.
A la memoria de mi padre, Dr. Gerardo Peralta
Si en pleno siglo XXI es casi imposible que un indígena llegue a ser Presidente en México, más increíble es que el hijo de una zapoteca nacido el 21 de marzo de 1806, en San Pablo Guelatao (Oxaca), lo haya conseguido no una, sino tres veces, durante 14 años (1858-1872). Benito Juárez, huérfano a los 3 años, trabajó desde niño como pastor de ovejas, alfabetizándose a los 12 años
En sus gestiones presidenciales afrontó con éxito invasión extranjera, promovió inversión en educación e infraestructura productiva. Fue apoyado en su lucha contra la instauración de una monarquía francesa en su país, por Abraham Lincoln, quien de niño caminaba de mañana y en la tarde decenas de kilómetros, para poder estudiar su primaria y secundaria. Mencionaba reiteradamente: “Estudiaré, estudiaré, estudiaré. Ya llegará mi oportunidad”.
En 1963 Martin Luther King pronunció su discurso ante el monumento a Lincoln: “Tengo un sueño en el cual declaro al mundo entero que hoy venimos a cobrar un cheque, ya que al declararse la Independencia y redactarse la Constitución, se firmó un pagaré. Este documento era la promesa que a todos los hombres les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Es obvio, que hoy en día, los Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos. Nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Nos rehusamos a creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad del país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque”.
El 27 de octubre de 1945, en el pequeño pueblo de Caetés, estado de Pernambuco, nace Luiz Inácio Lula Da Silva. Aprendió a leer y escribir a los 10 años de edad. Fue en su niñez lustrador, vendedor de maní y de naranjas frescas. El 27 de octubre del 2002 con un récord histórico de votos a favor, gana su primer período presidencial, reeligiéndose de nuevo en octubre del 2006. Dos párrafos de su discurso de la primera toma de posesión son recordados aún, cuando mencionó con lágrimas en los ojos: “Yo, que durante tantas veces fui acusado de no tener un título universitario, hoy recibo mi primer diploma: El título mas importante de mi país, el de Presidente de la República”, para luego agregar que “si al final de mi mandato todos los brasileños y brasileñas tienen la posibilidad de tomar su café en la mañana, su almuerzo y su cena por la noche; habré cumplido con la misión de mi vida”.
Hay también “Obamas” del testimonio silencioso, siendo mi padre, uno de ellos. Hijo único de origen rural y madre soltera. A los 20 años queda huérfano e inicia sus estudios de médico general, graduándose en la década de los cuarenta, del siglo pasado. Estudió siempre en libros prestados, ya que nunca tuvo un centavo para comprarse uno. Heredó a todos sus hijos e hijas, educación universitaria.
Todos los mencionados asumieron frases como que “el futuro tiene muchos nombres: para los débiles, lo inalcanzable, para los temerosos, lo desconocido y para los valientes, la oportunidad”, de Víctor Hugo y la de Sir Winston Churchill cuando mencionó que “la historia será amable con los que se encarguen de escribirla, ellos mismos”.
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