Conozca el país cuya economía lleva 25 años sin recesiones

Una vez considerado como "la basura blanca de Asia", se ha convertido en un verdadero milagro, que se está acercando al récord mundial de continuidad del crecimiento económico.





Con una economía que no ha sufrido recesiones desde 1991, o desde hace 103 trimestres, Australia se está acercando al récord mundial de continuidad del crecimiento económico, que actualmente pertenece a Japón.
Las crisis económicas que vivieron la mayoría de los países del mundo a comienzos del siglo XXI apenas afectaron a este país, lo que convierte el 'milagro australiano' en un fenómeno único a nivel mundial.

"La basura blanca de Asia"

Sin embargo, a finales de la década de 1980, la situación era muy diferente, pues la economía australiana llevaba años estancada. Lee Kuan Yew, ex primer ministro y 'creador del milagro económico' de Singapur, llegó a bautizar Australia como "la basura blanca de Asia". 
La economía del país siempre se había basado en la exportación de materias primas: el oro, el hierro y los alimentos, lo cual, en teoría, hacía a Australia más vulnerable a las crisis.

Debilidad convertida en fortaleza

No obstante, en vez de la depresión llegaron 26 años de bonanza económica. Tan solo durante la crisis asiática y la crisis del 2008, el PIB de país entró en una zona negativa, si bien solo fue durante un trimestre y no bajó más allá del 1%, lo que no se considera como una recesión.
Al analizar este fenómeno, el periodista del portal ruso Lenta.ru, Dmitri Migunov, llega a la conclusión de que la "debilidad" de la economía australiana —su enfoque en las materias primas— se convirtió en "su principal fortaleza", gracias al surgimiento de una nueva potencia económica: China.
Y es que Pekín, con su rápido crecimiento, requería cada vez más recursos, y un país grande con un subsuelo rico que estaba prácticamente al lado era "justo lo que necesitaba", señala el periodista. Grandes corporaciones australianas como BHP Billiton y Rio Tinto Group aprovecharon la demanda china para cubrir una gran parte del territorio australiano, anteriormente desierto con minas, pozos y torres petroleras de perforación. Además, apunta el analista ruso, China, a diferencia de EE.UU., Europa o Japón, no vivió recesiones.
Entre otros factores el autor destaca también la inmigración, que aumentó la población de Australia en un 40 % desde 1989. Los trabajadores altamente productivos "son absorbidos rápidamente" en la vida económica del país y "proporcionan un retorno inmediato".

Otra cara de la moneda.

Sin embargo, la inmigración tiene también una desventaja, ya que provocó el crecimiento de los precios de la vivienda y la creación de una 'burbuja' en el mercado inmobiliario.
Por otro lado, la desregulación del mercado de divisas y la libre flotación del dólar australiano llevaron a su crecimiento especulativo, que golpeó, en primer lugar, en la industria automotriz.
A todo ello se suma el problema de la deuda, que en febrero creció a una velocidad récord de 10 años.
Teniendo en cuenta que la crisis de 2008 pasó casi sin consecuencias para Australia en gran parte gracias al bajo nivel de deuda en su economía, es posible que "los australianos tengan que pasar por lo que pasaron los residentes de Europa y EE.UU. hace 10 años", concluye el autor del artículo.


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