La reforma fiscal de Trump impulsará la recompra de acciones

La Casa Blanca quiere que la repatriación de los fondos de las tecnológicas sirva para crear puestos de trabajo, aunque lo más probable es que las empresas empleen el dinero para la recompra de acciones.
Tras años de presiones de las compañías tecnológicas, la Casa Blanca ha establecido un beneficio fiscal temporal que podría ayudar a EEUU a recuperar el dinero que Silicon Valley mantiene en el extranjero. El presidente Donald Trump quiere tender la mano a las compañías estadounidenses para que inviertan en el crecimiento de la economía del país, y no existen compañías con mayores recursos económicos que los gigantes tecnológicos.


Sin embargo, si el principal objetivo de esta medida es crear empleo, no parece que sacar provecho de las cuentas en el extranjero de las firmas vaya a dar los resultados deseados por la Casa Blanca.
Según Moody's Investors Service, cerca de la mitad de los 1,3 billones de dólares que las compañías estadounidenses mantienen en el extranjero pertenece a los grupos tecnológicos. Sin embargo, la mayor parte de ese dinero ya ha regresado a EEUU por la puerta de atrás. En los últimos cinco años, las cinco tecnológicas con mayor caja en el extranjero (Apple, Microsoft, Cisco, Oracle y Alphabet) han añadido en conjunto 314.000 millones de dólares a estos fondos, hasta alcanzar un total de 512.000 millones de dólares.
Durante ese mismo periodo, estas compañías han pedido préstamos por valor de 218.000 millones de dólares, puesto que no pueden utilizar el dinero extranjero sin pagar impuestos.
Con esta medida, las compañías han encontrado una válvula de escape para el 70% de las ganancias que han generado en los últimos cinco años en el extranjero. Durante este periodo, las cinco compañías han gastado 350.000 millones de dólares en recompras de acciones y dividendos. Por lo tanto, aunque los accionistas no pueden beneficiarse directamente, en el fondo ha sido un regalo para los inversores.
El mayor inconveniente de esta medida es que el dinero que se mantenga en las cuentas en el extranjero continuará acumulándose a un ritmo constante y la deuda correspondiente tendrá un coste. Pero, al menos, los gigantes tecnológicos podrán disfrutar de una reducción de impuestos en sus pagos de intereses hasta que se encuentre una solución a este problema.

CREAR EMPLEO

Otra cuestión es cómo empleará la Casa Blanca esta medida para que crezca el empleo en Estados Unidos. La falta de liquidez no ha afectado a la contratación ni a la inversión de los grupos tecnológicos. La financiación de la deuda ha potenciado el flujo de efectivo, lo que ha propiciado que las compañías tecnológicas se abran a nuevos mercados.
El año pasado, Apple, Microsoft, Cisco, Oracle y Alphabet invirtieron 45.000 millones de dólares en I+D, por lo que, al contrario que otras grandes compañías de EEUU, se preocupan por ampliar sus negocios.
Para forzar la inversión, la Casa Blanca podría aplicar condiciones al dinero que regrese al país bajo los beneficios fiscales temporales. Sin embargo, esta decisión podría echar para atrás a las compañías. Según Moody's, con la rebaja fiscal temporal de 2004, se repatriaron menos de un 10% de los fondos en el extranjero. Aun así, la mayoría del dinero que se recuperó se destinó a la recompra de acciones, no para crear nuevos empleos.
Los políticos podrían adoptar otras estrategias para presionar a las compañías tecnológicas a ampliar sus negocios en EEUU. En el Congreso, los republicanos han propuesto establecer impuestos a las importaciones. Esta medida podría provocar que compañías como Apple decidieran trasladar su producción a EEUU.
Sin embargo, cuando la Casa Blanca informó recientemente de la rebaja fiscal temporal, no mencionó ningún impuesto a las importaciones. Las amenazas del fin de la globalización y de una posible guerra comercial podrían alentar a Apple y a otras compañías a invertir en la producción a nivel local como una medida de protección. No obstante, harían falta años para establecer una cadena de producción en EEUU que se asemeje a la que existe actualmente en China.

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