El comercio internacional de armas toca su mayor nivel desde el fin de la Guerra Fría

El comercio armamentístico global alcanza ya niveles no vistos desde los últimos coletazos de la Guerra Fría, según el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI). El impulso registrado en el tráfico de armas estuvo impulsado principalmente por los conflictos en Oriente Medio, las tensiones en el Mar del Sur de China y el miedo de los vecinos rusos a posibles amenazas por parte de Moscú.

Estados Unidos se postula como el mayor exportador de armas, contabilizando un 33% de las exportaciones durante los últimos cinco años hasta 2016. Le siguen Rusia en segundo lugar, con un 23%, y China, con un 6,2%. "Estados Unidos entregó un buen número de armas en 2016, algunas de ellas muy caras e importantes desde el punto de vista estratégico, como sistemas balísticos, así como de supervisión y navegación", explica Aude Fleurant, directora del programa de gasto militar y armamentístico del SIPRI.

Según su análisis, el peso de la mayor economía del mundo en el comercio de armas es tal, que sus operaciones son capaces de cambiar la tendencia dentro del mercado. EEUU ha exportado armas a más de 100 países durante los últimos cinco años, mucho más que cualquier otro país. De todas ellas, el 47% han acabado en países de Oriente Medio, con Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Turquía postulándose como los principales compradores.
Con conflictos en Siria y Yemen así como el avance de insurgentes y Daesh en otros países como Irak han provocado que las importaciones armamentísticas por parte de países de Oriente Medio haya crecido un 86% en los últimos cinco años cuando se compara con los cinco años anteriores. En casos específicos, como el de Arabia Saudí y Qatar, el incremento ha sido del 212% y el 245% respectivamente.
El dinero generado por las materias primas en los últimos años ha permitido que muchos países árabes hayan incrementado significativamente su gasto en armamento pero según indica Fleurant esta tendencia no debería continuar. "Muchos de estos contratos se firmaron hace años, cuando el precio del petróleo era alto, sin embargo las entregas suelen completarse años después", advierte matizando que el último ciclo bajista del crudo que hemos visto durante los últimos dos y medio seguramente acabará por traducirse en una caída del comercio de armas en la región.
Las importaciones de armas también han subido sensiblemente entre los países del Sureste Asiático durante los últimos cinco años dadas las disputas territoriales en el Mar del Sur de China. Debido a su localización estratégica y sus reservas de petróleo y gas, las islas en la zona se han convertido en motivo de conflicto para China, Taiwán, Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunei.

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