Los bancos aceleran sus planes de contingencia ante el ‘brexit’

LONDRES (EFE Dow Jones)—Cuando la entidad japonesa Daiwa Securities Group Inc.escuchó el domingo la promesa de la primera ministra británica de priorizar el control de la inmigración en las próximas negociaciones sobre la desconexión del Reino Unido de la Unión Europea, no esperó para actuar.

Al día siguiente, su personal aceleró los planes de contingencia para la filial de banca de inversión en Londres e inició los contactos con otras ciudades europeas, según una fuente cercana a la situación. Aunque Daiwa todavía no tiene un plan definitivo, éste podría incluir la reubicación de algunas operaciones en el continente, y los últimos acontecimientos están aumentando la presión.
Para el sector financiero británico, el brexit está empezando a ser una realidad. Se prevé que las negociaciones comiencen a finales de marzo y los bancos con sede en el Reino Unido pugnan por afinar sus planes de vida después de que el país abandone la Unión Europea.
Hasta ahora, las súplicas de los bancos para conservar el acceso a la UE no han tenido éxito, según apuntan ejecutivos y asesores del sector bancario. Contactar con la primera ministra Theresa May ha sido tarea imposible, dice una fuente que asesora a varios bancos en sus planes para el brexit. Algunos ejecutivos mostraron su desánimo por el hecho de que May viajara recientemente a Nueva York para hablar con directivos de Wall Street sin antes haberse reunido con algunos bancos británicos. El ministro de Economía,Philip Hammond, también se desplazó el jueves a Nueva York con la intención de tranquilizar a los bancos diciéndoles que su intención es negociar un buen acceso a la UE.
No obstante, la perspectiva de un brexit duro, en el que el Reino Unido rompa los lazos comerciales con el bloque a cambio del control de sus fronteras, se cierne sobre el sector.Stephen Adams, socio de la consultora Global Counsel, cree que ya no se trata de “si” los bancos van a tener que activar sus planes de contingencia, sino de “cuándo”.
Muchos bancos ya trabajan sobre la base de que la industria de servicios financieros va a tener un camino difícil. Morgan Stanley, por ejemplo, está elaborando planes para el peor de los escenarios de una separación de la UE, según una fuente cercana al plan.
Incluso los bancos centrados en el Reino Unido se están viendo absorbidos. Los directivos del minorista británico Lloyds Banking Group PLC están considerando vías para crear una filial en Europa, principalmente para acceder a sistemas de pago allí y poder hacer negocios en el continente, de acuerdo con una fuente conocedora de la situación.
Los bancos temen dos cosas del brexit: no poder vender sus servicios sin trabas en toda la UE y el impacto que tendrían las posibles restricciones a los inmigrantes en el Reino Unido sobre sus plantillas internacionales. Los detalles de la posición del Gobierno en ambos asuntos siguen siendo imprecisos.
Se espera que las negociaciones sobre el brexit duren dos años. Idealmente, los bancos luego quieren que se firme un tratado entre la UE y el Reino Unido que les permita seguir vendiendo productos en todo el continente a cambio de adherirse a regulaciones similares. También desean un largo periodo de transición que permita a las empresas gozar de varios años para ajustar sus modelos de negocio a los cambios que se produzcan.
Una enorme máquina de presión financiera ha empezado a funcionar. Las asociaciones gremiales están realizando análisis sobre el impacto en la industria financiera y la economía británica de la salida del Reino Unido de la UE. The CityUK, un colectivo empresarial, advirtió el miércoles de que podrían perderse hasta 75.000 empleos si el Reino Unido no negocia un acceso a la UE. Si en general se mantiene el statu quo, podrían ser sólo 3.000, según este análisis.
Sin embargo, los políticos temen ser considerados indulgentes con la industria financiera, que está marcada por los escándalos, señalan los analistas.
Las tácticas para sensibilizar a los políticos varían. Algunos grupos de presión quieren subrayar el papel de Londres como facilitador de financiación para pequeñas y medianas empresas en la UE. Otros quieren enfatizar el impacto de un brexit difícil en la estabilidad financiera.
Lidiar con el deseo del Gobierno de frenar la inmigración también está obligando a algunas asociaciones a llegar a extremos inusuales. The City of London Corporation está impulsando un plan para suavizar el efecto de cualquier cuota de inmigración en la capital británica. Un “visado de Londres” ayudaría a los ciudadanos de la UE a encontrar trabajo en la ciudad, pero no fuera de ella, señalan las autoridades. No está claro hasta dónde se extendería Londres técnicamente o cómo se controlaría esto.

Mientras, el reloj corre para los bancos. El día que comiencen las negociaciones del brexitlos bancos tendrán que decidir si ponen en marcha sus planes de contingencia, apuntaSimon Gleeson, socio del la firma de abogados Clifford Chance. Trasladar las operaciones al extranjero podría llevar años. “Y el último que sale parece un perdedor”, añade.

WSJ

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