Un exceso de gasolina amenaza el repunte del crudo

La creciente demanda por parte de los conductores de autos en los países más ricos ayudó a alimentar un repunte del crudo este año. Pero muchos analistas consideran que el auge está llegando a su fin.
En Estados Unidos, los precios más bajos de la gasolina incentivaron a los consumidores a manejar un récord de casi 5 billones de kilómetros en los últimos 12 meses. En junio, el consumo de combustible alcanzó un máximo histórico de 9,7 millones de barriles por día. Y en julio, las camionetas, los vehículos todoterreno y otros grandes consumidores de combustible alcanzaron una cuota récord de las ventas de automóviles.

Pero a medida que se acaba la temporada de vacaciones, los bajos precios del combustible no son suficientes para llevar a los consumidores a poner más gasolina en sus autos. En términos más generales, el crecimiento económico no es tan fuerte en EE.UU. y Europa como para generar el incremento de puestos de trabajo o el salto manufacturero necesarios para estimular un gran aumento de la demanda de petróleo a largo plazo.

La mayor parte del petróleo del mundo se refina para obtener combustible. Es por ello que las tendencias de manejo y de consumo de gasolina y de diésel son factores determinantes para fijar el precio del petróleo. Durante los últimos tres meses se acumuló un exceso de estos combustibles, lo cual disminuyó la demanda de petróleo y frenó el repunte del mercado de crudo, el mayor desde la crisis financiera.
En los últimos meses, el crudo pasó a un mercado alcista y llegó a superar los US$50 por barril, pero la tendencia se ha revertido un poco. El jueves, el precio del crudo en EE.UU. se ubicaba en US$47,18, un alza de 3,66% frente al día anterior, mientras que el Brent, la referencia global, ganó 3,4% para ubicarse en US$49,63.
Muchos operadores, que señalan que las existencias se están manteniendo o están creciendo, apuestan a que el exceso de oferta no ha disminuido lo suficiente como para seguir apoyando el repunte de este año.
Datos de la semana pasada mostraron que las existencias de crudo y combustibles refinados en EE.UU. han aumentado a un récord. Los suministros de crudo, gasolina y diésel son tan altos que incluso la mayor demanda no ha alcanzado para equilibrar el mercado. Con casi 500 millones de barriles, de acuerdo con Citigroup Inc., el almacenamiento global de gasolina ha llegado a un nivel casi récord a mediados de año.
La tendencia ha obligado a inversionistas y analistas a desechar las predicciones que afirmaban que los precios del petróleo iban a subir en el segundo semestre de este año.Morgan Stanley redujo su pronóstico del tercer trimestre de US$50 a US$45 el barril, diciendo que había sobreestimado la demanda que ahora se está desacelerando en los mercados importantes.
Bank of America Merrill Lynch dijo el 25 de agosto que esperaba que el crecimiento de la demanda en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico se reduzca en 120.000 barriles por día para 2017. Los pronosticadores del gobierno de EE.UU. dicen, por su parte, que es improbable que la temporada de manejo del año que viene supere la de este año.
El crecimiento del empleo se está desacelerando en EE.UU. y Europa. Aunque los precios del petróleo y de la gasolina se estabilicen o tengan menos espacio para caer drásticamente, no pueden seguir atrayendo a la gente a conducir más o a seguir comprando las camionetas, los camiones y los vehículos que consumen más combustible.
“Probablemente ya hemos experimentado el modesto repunte de la demanda que se anticipaba”, dijo Rob Haworth, estratega de inversión de U.S. Bank Wealth Management, que gestiona US$133.000 millones en activos.
Muchos analistas esperan que los consumidores europeos regresen a la tendencia de largo plazo de conducir menos y usar autos que quemen menos combustible por kilómetro. La Agencia Internacional de Energía (AIE) dice que después de varios trimestres de crecimiento cercano a 2%, es probable que el aumento de la demanda petrolera europea se estanque por el resto del año. La demanda en las economías desarrolladas de Asia sigue un camino parecido y puede incluso disminuir con respecto al año pasado, señala la AIE.
Para impulsar realmente la demanda, empresas y gobiernos deberían hacer grandes inversiones en nuevas fábricas o carreteras, pero no lo están haciendo, dijo James Koutoulas, director ejecutivo de Typhon Capital Management LLC. El gestor ha estado apostando a que los precios del petróleo se mantendrán a la baja en torno a los US$50 debido a que la demanda no puede ponerse al día con la oferta.
“No tenemos gastos en infraestructura, ni ayuda de [los legisladores] en ningún país” para ello, dijo Koutoulas, cuya firma administra unos US$80 millones en activos, mayormente en materias primas. “Usted no tiene estímulo de la demanda”.
Los países europeos y Japón tienen flotas muy eficientes en el consumo de energía y economías en desaceleración y poblaciones que apenas están creciendo o que, como en el caso de Japón, se están contrayendo. Aún en los mejores casos, las posibilidades de un rápido aumento del consumo de petróleo son escasas porque el crecimiento del número de personas con autos es lento. Con una expansión económico débil y economías cada vez más desindustrializadas, tampoco hay mucho margen para que crezca la demanda industrial.
El crecimiento del empleo en EE.UU. también se está desacelerando. El año pasado se crearon 2,4 millones de puestos de trabajo, frente a 3,1 millones creados a principios de 2015. El crecimiento de la población y del empleo tienden a impulsar el consumo de combustible. Los datos del Departamento del Trabajo de EE.UU., por ejemplo, muestran que el consumidor desempleado promedio gasta US$700 al año en gasolina, en comparación con US$1.370 de aquellos que tienen un sueldo.

El sector del petróleo tendrá que volver a depender de los mercados emergentes para la demanda, dijo Francisco Blanch, jefe de investigación de materias primas de Bank of America Merrill Lynch.
La economía de China creció un poco menos de 7% en 2015, según estimaciones del Banco Mundial. Aunque es un crecimiento importante en comparación con las economías desarrolladas, es significativamente menos que el crecimiento chino de 2010, que fue superior al 10%. Otros mercados emergentes son mucho más pequeños y no añaden suficientes fábricas o nuevos propietarios de autos para aumentar el consumo de combustible de la forma en que lo hacía la nueva clase media china.
Fuente: WSJ

Comentarios

Envíanos un mensaje

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *