Por Lucia Mutikani
WASHINGTON (Reuters) - Las ventas minoristas de Estados Unidos se mantuvieron sorpresivamente estables en julio debido a una disminución de las compras de vestimentas y otros bienes, lo que apunta a una moderación del gasto del consumidor que podría reducir las expectativas de una aceleración del crecimiento económico en el tercer trimestre.
Otros datos conocidos el viernes mostraron que los precios al productor en Estados Unidos registraron su mayor caída en casi un año por el declive de los costos de los servicios y de la energía.
El enfriamiento del gasto del consumidor y una inflación contenida sugieren que la Reserva Federal se abstendrá probablemente de subir las tasas de interés pronto, a pesar del robusto mercado laboral.
"La Fed tiene una visión de la actividad económica centrada en la demanda del consumidor y este reporte es un obstáculo más para un alza de tasas en septiembre", comentó John Ryding, economista jefe de RDQ Economics en Nueva York.
El Departamento de Comercio dijo que la lectura sin cambios del mes pasado se produce tras un incremento revisado al alza de 0,8 por ciento en junio. Según el reporte preliminar, las ventas minoristas de junio habían aumentado en 0,6 por ciento y las ventas minoristas, un 2,3 por ciento interanual.
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos cotizaban al alza, mientras el dólar caía frente a una cesta de monedas. Las acciones en Wall Street bajaban tras conocerse los datos.
En un reporte diferente, el Departamento del Trabajo dijo que su índice de precios al productor para demanda final bajó un 0,4 por ciento el mes pasado, su primer declive desde marzo y el mayor desde septiembre de 2015. En junio, el índice se elevó un 0,5 por ciento.
En los 12 meses hasta julio, el IPP bajó un 0,2 por ciento. Se trató de su mayor declive desde diciembre de 2015 y siguió a una subida del 0,3 por ciento en el año hasta junio.
Un dólar fuerte y un petróleo más barato siguen manteniendo estables los precios, dejando la inflación de forma persistente por debajo del objetivo del 2 por ciento de la Fed. Funcionarios de la institución han expresado en numerosas ocasiones su preocupación por la baja inflación.
El banco central estadounidense elevó sus tasas de interés en diciembre por vez primera en casi una década. Aunque un sondeo de Reuters halló el jueves que la mayoría de los economistas espera otro incremento en diciembre, los mercados financieros solo anticipan en la actualidad un movimiento así el próximo año.
Los futuros de las tasas de interés tras los datos del viernes situaron en solo un 43 por ciento la probabilidad de un alza de tipos en diciembre, comparado con el 47 por ciento de antes del reporte.
El reporte sugirió que el gasto del consumidor se está enfriando tras el brioso avance del 4,2 por ciento en el segundo trimestre. Pese a la inesperada debilidad de las ventas minoristas en julio, el gasto el consumidor sigue respaldado por un sólido mercado laboral y un aumento de los precios del mercado de la vivienda y las acciones. La economía creó un total de 547.000 empleos en junio y julio.
Un tercer reporte mostró que la confianza del consumidor permanece estable a principios de agosto, aunque la visión de los hogares sobre sus ingresos se moderó un poco, según un estudio de la Universidad de Michigan.
Un último informe del Departamento de Comercio indicó que las empresas hicieron un progreso significativo en la reducción de un exceso de existencias que ha pesado sobre el crecimiento económico desde el segundo trimestre del 2015.
(Editado en español por Carlos Serrano)
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