POLITICA MONETARIA DESEQUILIBRIOS Y CRISIS

Especial "Un año de Crisis Financiera y Económica Mundial"

El Profesor Chileno: Carlos Massad, nos presenta los orígenes de la crisis financiera con simples caricaturas pero con fuertes revelaciones.



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POLITICA MONETARIA
DESEQUILIBRIOS Y CRISIS

Kenneth Rogoff recordó una frase que, hace 37 años, marcó al entonces Ministro de Hacienda de los Estados Unidos, John Connally.

Connally dijo a los ministros de hacienda de los países más poderosos:

“El dólar es nuestra moneda, pero es problema de ustedes”.

Esta frase contiene a la vez una verdad científica y un anuncio político.

La verdad científica: si existiesen sólo dos monedas en el mundo, habría un solo tipo de cambio independiente entre ellas.

Si existiesen n monedas, habría n-1 tipos de cambio independientes: el enésimo es determinado por todos los demás.

Si no ocurriese así, el sistema de tipos de cambio estaría sobredeterminado.

Esto generaría una presión hacia el proteccionismo y el aislamiento, con consecuencias fuertemente negativas para las economías.

En estas condiciones, habrá al menos un país que no deberá intervenir para intentar determinar su tipo de cambio con otras monedas.

El anuncio político implícito en la frase de Connally es que los Estados Unidos no actuarían para defender su moneda.

De hecho, en 1971 el mundo se encontraba en una crisis internacional, que culminó con el abandono de los sistemas de cambio fijo vigentes.

Así se inició el predominio de las diversas formas de flotación cambiaria que imperan hoy.

También la más profunda reforma del sistema monetario internacional desde su creación un cuarto de siglo antes.

Sin embargo, el dólar continuó siendo una moneda de reserva en la que muchos gobiernos, autoridades monetarias, empresas y personas han confiado.

El gigante económico del norte daba confianza. Sus políticas internas auguraban que el dólar ofrecería un poder de compra razonablemente estable, un ambiente seguro para inversiones tanto físicas como financieras y gran solidez institucional y política.

Esto fue puesto a prueba en tres grandes guerras:

* La Guerra de Secesión en el siglo XIX, y las dos guerras mundiales en el siglo XX.

Fue también puesto a prueba en los años 80, ante la amenaza de la inflación.

La decisiva política antiinflacionaria adoptada por la Reserva Federal de ese país en los años 80, bajo la dirección de Paul Volcker, actual asesor de Barak Obama, fue la respuesta a la amenaza. El dólar siguió siendo confiable.

El tipo de cambio del dólar es hoy un problema de confianza en la economía de los Estados Unidos, y dicha confianza depende, a la larga, de las políticas internas de ese país.

El tipo de cambio del dólar es un problema de los demás, pero ese problema está estrechamente vinculado a las políticas macroeconómicas y de regulación que se implementen en ese país.

¿Por qué es esto importante para nosotros? En los últimos 5 años, hasta marzo pasado, el peso chileno se apreció más de 35% frente al dólar.

La misma tendencia, aunque generalmente menos marcada, se observa en la relación con el dólar de las monedas de la enorme mayoría de los países del mundo.

Comparado con un conjunto de monedas importantes en el comercio y los pagos internacionales, el dólar se depreció, en el mismo período, un 24% en promedio, calculado usando el PIB de cada país como factor de ponderación.


Por qué ocurrió esto?.

Las políticas económicas de los Estados Unidos muestran clara tendencia al desequilibrio después del año 2000.

En dicho año, las cuentas públicas mostraban un superávit de 1,6% del PIB, el que se transformó en déficit significativos en los años siguientes.

El déficit bordeó el 5% del PIB en 2003, para aminorarse luego llegando a 2,4% en 2007.

Antes de la crisis, se estimaba para 2008 un déficit superior al 4% del PIB. Con la crisis, el déficit aumenta con gran rapidez.




Las cuentas externas corrientes también se deterioraron en el mismo período.

El déficit en dichas cuentas llegó a representar más del 6% del PIB de los Estados Unidos en 2005 y 2006, para reducirse posteriormente.

Se mantuvo en rojo por encima del 5% del PIB en 2007, sobrepasando los 700 mil millones de dólares.

La crisis asiática se detonó cuando el déficit externo corriente llegaba a un 7% del producto en los países más afectados.

El déficit corriente implica que, para financiarlo, deben ingresar capitales netos desde el exterior.

La economía de los Estados Unidos recurre a los ahorros del resto del mundo para financiar el desequilibrio en sus pagos corrientes.

El déficit fiscal implica que el ahorro del gobierno es negativo, por lo que debe recurrir a los ahorros del resto de la comunidad, interna y externa, para financiarlo.

El déficit público y el déficit externo corriente son, en alguna medida, dos caras de la misma moneda. Se los llama “déficit gemelos”.

Examinemos la relación entre ellos.

Las fuentes de financiamiento de la inversión total son tres y sólo tres: el ahorro privado interno, el ahorro del gobierno y el ahorro externo.

I = Ap + Ag + Ae

I = Ap + Ag + Ae

Si el ahorro privado financia exactamente la inversión, entonces el ahorro externo y el ahorro del gobierno deben ser iguales y de signo contrario.

Si hay ahorro negativo del gobierno, las cuentas externas corrientes deberán mostrar ahorro externo positivo, lo que corresponde a un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos.

I – Ap = Ag + Ae

I – Ap = Ag + Ae

Si I – Ap = 0, entonces, necesariamente

Ae = - Ag

Sólo habrá diferencias entre el déficit externo corriente (Ae) y el déficit del gobierno (– Ag) cuando la inversión y el ahorro privado no sean iguales.

Los Estados Unidos en 2007 tuvieron un déficit fiscal de un 2,4 % del PIB, y un déficit externo, o ahorro externo, de un 5,3% del PIB.

I- Ap = -2,4 + 5,3, medido todo en porcentaje del producto.

Entonces, I – Ap = 2,9

El ahorro externo debía financiar el ahorro fiscal negativo y suplir el ahorro privado interno.

Los desequilibrios en la economía americana generaban preocupación a comienzos del siglo.

Ya en 2002 el FMI hacía pública su preocupación al respecto.

Sin embargo, estos desequilibrios podían continuar y mantenerse mientras el resto del mundo acumulara activos en dólares en sus reservas.

En buenas cuentas, el ahorro externo adquiere activos norteamericanos.

La crisis financiera en curso agravó seriamente el déficit público de los Estados Unidos.

Tal déficit podría llegar a representar el 25% de los gastos públicos, un 10% o más del PIB. Una situación como esta en un país en desarrollo le cerraría toda posibilidad de préstamos externos.

Lo que ha ocurrido con motivo de la crisis es, en el caso de los Estados Unidos, exactamente lo opuesto:

Los inversionistas extranjeros han buscado refugio en los títulos de deuda del Gobierno de los EE.UU.

Los ahorros externos fluyen aún más hacia los Estados Unidos.

Prueba de ello es la vuelta de carnero que ha dado el precio del dólar en el mundo.

Se depreciaba consistentemente desde el 2001 hasta marzo de este año. A partir de entonces comienza una rápida recuperación del dólar.

Entre marzo y octubre de este año, dicha recuperación frente a un grupo de monedas importantes supera el 16% en promedio.

Las urgencias de la crisis han hecho olvidar los gigantescos desequilibrios de la economía del norte.

El Euro no ha jugado un rol amortiguador. Se ha depreciado tanto como la apreciación promedia del dólar.

El crecimiento de los activos americanos en manos extranjeras genera un doble problema, económico y político, que comenzó a palparse antes de la crisis.

¿Hasta qué punto estarán dispuestos los contribuyentes de los Estados Unidos a aceptar mayores tributos para financiar los inevitables pagos por intereses de su deuda?.

¿Y hasta qué punto las autoridades estarán dispuestas a aceptar que activos u operaciones importantes queden en manos extranjeras?.

Hace algo más de un año, comenzaron a oírse voces no sólo de duda sino hasta de rechazo de ciertas inversiones extranjeras en los Estados Unidos.

También se habló de limitar el poder de votación de accionistas extranjeros en empresas que pudieran ser consideradas estratégicas, cuya definición es siempre vaga.

Esta es una reacción ocultada ahora por la crisis. Puede reaparecer más adelante.

En cuanto al pago de intereses sobre la deuda pública, aparece una incógnita ya que también se anuncian rebajas tributarias.

Es en este contexto de desequilibrios externo e interno que explotó la crisis subprime.

Ya en febrero de 2007 el Wall Street Journal advertía sobre los peligros de las hipotecas de mayor riesgo. Nadie le hizo caso.

Curiosamente, el FBI en 2004 había anticipado el grave riesgo de fraudes en los préstamos hipotecarios. Nadie le hizo caso.

Aún antes, el Fondo Monetario había señalado los serios riesgos del sistema financiero de los Estados Unidos. Nadie le hizo caso.

Destacados economistas habían escrito artículos de prensa sobre el tema. Nadie les hizo caso.

Hasta que estalló el problema.

En mayo de 2007, fondos de inversión importantes comienzan a retirarse del mercado de hipotecas.

En junio de 2007, un fondo de Bear Sterns entra en quiebra.

La historia es conocida.

Los bancos centrales de casi todo el mundo aplican fuertes medidas de expansión de la liquidez.

En los Estados Unidos, la Reserva Federal reduce rápidamente la tasa de interés de los Fondos Federales desde 5,25% en febrero del año pasado a un 1% en octubre de 2008,y a 0-0,25% en diciembre recién pasado, la tasa más baja de la historia en los Estados Unidos.


¿Por qué se produjo la crisis?.

Primero, por las políticas exageradamente expansivas en EE.UU. desde 2000 hasta 2003, que elevaron el precio de los activos, seguidas luego por políticas restrictivas en el campo financiero.

Segundo, por la falta de regulación apropiada en los mercados financieros.

Tercero, por los incentivos perversos en la forma de compensar a los ejecutivos.

Y ahí comenzó a desmoronarse el edificio. Primero, en 2007, un pequeño banco hipotecario en California. Luego, en marzo de este año, cayó Bear Stearns, un gran banco de inversiones de Nueva York. Luego otros, también en Europa.

Se desmoronaron los precios de las acciones y apareció un gran apalancamiento bancario.

La historia es conocida.

Para apoyar a sus bancos y empresas, el fisco y la Reserva Federal están comprometiendo, hasta ahora, unos 3 a 4 millones de millones de dólares. La deuda pública americana llegará a ser igual al valor de toda su producción anual.

También el gobierno anuncia compra de acciones. Y ya ha materializado alguna.

Algo parecido ocurre en Europa, y en Asia. Comienza en otros lugares del mundo. También en Chile.

Las curiosidades del tipo de cambio.

Los grandes desequilibrios de la economía americana habían depreciado el dólar entre 2000 y marzo 2008.

Alertados por eso, los bancos centrales en el mundo comenzaron a cambiar gradualmente la composición de sus activos de reserva a favor del euro.

Jeffrey Sachs temía incluso una “sustitución catastrófica”.

Sin embargo, desde marzo hasta ahora el dólar se ha fortalecido, no debilitado.

En promedio respecto de un conjunto de monedas importantes, el dólar se ha fortalecido más de 16% en los últimos 9 meses.

¿Cómo se explica este resultado? En primer lugar, el Euro no se constituyó en un refugio frente a la incertidumbre. Europa sufrió un fuerte impacto de la crisis.

En Japón, comenzaron a deshacerse las operaciones de triangulación financiera, basadas en el Yen debido a las bajas tasas de interés imperantes, pero el precio del dólar casi no se movió.

En China, permanecen numerosos controles a los movimientos de dinero y capitales. El Yuan se apreció 3,5% en los últimos nueve meses.

Todas las demás monedas que revisé se depreciaron respecto del dólar: lo que es lo mismo, el dólar se apreció en relación con esas monedas.

En el caso de Chile, la depreciación del peso de marzo a octubre de 2008, 39,6% igualó a la apreciación que se había producido entre febrero del 2003 y marzo del 2008, 40,5%.


La transmisión internacional de la crisis y la percepción de su agravamiento llevaron a buscar refugio en Treasury Bills.

La pérdida de confianza ha comenzado a generar efectos reales en la economía mundial, primero en el sector construcción y en el de sus insumos y luego en otros mercados.

Aumentan las cifras de pérdida de empleos en los Estados Unidos, y se revisan progresivamente a la baja las proyecciones de crecimiento en la economía mundial.
PROYECCIONES DE CRECIMIENTO 2008-2009

¿Qué cabe hacer hacia delante?
En lo inmediato:

Primer problema: Liquidez. Generar dinero es fácil, pero hacerlo llegar donde se necesita es muy difícil.

Segundo problema: Confianza. Generarla cuesta mucho. Perderla, nada.

Tercer problema: Empleo. Tendremos más desempleo. Se requiere proteger a los desempleados.

Cuarto problema: Re-empleo. Capacitación

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